Viajemos
al pasado: ¿Recuerdas que hace algunos años la palabra “geek” era un insulto?
¡Claro que lo era! Principalmente usado para referirse a las personas que
estaban más al tanto de la tecnología e informática. Cuenta la leyenda urbana
que esta palabra comenzó a utilizarse como insulto en los años 60’s para
burlarse de los estudiantes de ciencias de la comunicación quienes pasaban todo
el día frente a las computadoras (pobres, como si no fuera suficiente el tener
que lidiar con esas computadoras tamaño dinosaurio).
Pero
con la llegada de las computadoras más pequeñas y baratas (gracias a Dior), se
facilitó el acceso a la tecnología y por lo tanto fue cada vez más común
encontrar a personas familiarizadas con este tema. Aunque fue en los
maravillosos 90’s que los geeks lograron convertirse en algo más que unos
fenómenos ante la sociedad. Se convirtieron en toda una subcultura hecha y
derecha que se identificaba alegremente con el término que antes fue un insulto.
Posteriormente
los mercadólogos hicieron lo suyo y nos empezaron a vender nueva y mejor
tecnología lo que poco a poco ha venido aumentando la cifras de personas que se
interesan en la tecnología y otros temas de este estilo, por ejemplo, lo que sucedió
con el imperio Marvel. Hasta que finalmente, ser geek se volvió algo cool.
Todos saben de cómics, todos conocen (o dicen conocer) hasta los más mínimos
detalles de la vida de los personajes de ficción, y todos usan lentes de pasta
gruesa (¡já!).
Hay
que admitir, que como muchas cosas, ser geek se ha convertido en toda una moda
muy popular y que proporciona muy buenos frutos económicos a quien la sabe
manejar, y, también, una moda que incomoda a muchos. Y con “muchos” me refiero
a estas personas que se molestan cuando alguien se autodenomina como geek o
fanático de algo geek. Salen a enfrentar enardecidamente a estos “pseudo
fanáticos”, los atacan y se aseguran de hacerles ver que ellos, neófitos, no
saben nada.
Ahora
viene mi opinión; yo considero que las personas realmente fanáticas de algo se
mostrarían contentas al saber que lo que tanto les gusta está cobrando
popularidad, ya que esto implica que mucha más gente gaste en esto, por lo
tanto que haya una mayor producción, contenidos nuevos y una forma más
sencilla, y a veces barata, para obtener los productos y creaciones
nuevas.
Claro,
todo esto siempre y cuando se respete la esencia de la creación, ya que también
existen los casos en los que algo se vuelve tan popular que se pierde el
sentido de su creación y su existencia se limita a estar impreso o difundido en cuantos medios sean posibles
hasta que la gente se cansa (cof cof, minions).
Creo
que lo mejor que podemos hacer es disfrutar de las nuevas y viejas creaciones e
ilustrar a los novicios en las maravillas del mundo geek para que aprecien lo
mejor que puedan tan interesante contenido. ¿O tú qué opinas?
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