miércoles, 11 de marzo de 2015

Cosas que he aprendido, sufrido y disfrutado de vivir sola:



1.- No tener dinero es no tener dinero: Suena redundante, pero en serio, cuando te empiezas a mantener por ti mismo, te das cuenta de cuánto cuestan realmente las cosas, al principio gastas desmedidamente y no ordenas prioridades, de pronto la vida te abofetea con un puño de facturas por pagar y no encuentras ni en las orillitas del sofá dinero para pagar #TrueStory. ¡PRIORIDADES! 




2.- El tiempo siempre te pasa factura, ¡y la cobra!: Siguiendo con el hilo del punto anterior, aprendí que si no pago la cuenta de la energía eléctrica me suspenderán el servicio, también aplica para la TV por cable, gas natural, etc., ¡yo sé que es obvio! Pero cuando tus padres sostienen la casa (seamos realistas) nunca te preocupas por ese tipo de cosas. Irremediablemente me toco sufrir las consecuencias de no pagar.


3.- Comer sano es importante: ¡Oh! Nada como la libertad de tener en el refrigerador (o fuera de él) lo que se nos de la gana... En resumen; mi lección la aprendí no comiendo sanamente y sufriendo las consecuencias en el baño, ¡Puaj!



4.- ¡Dulce privacidad!: ¿Hay mejor manera de explicarlo? Llegar a casa y quitarte todo de encima, andar en total desnudez, poner la música al volumen que tú quieras sin temor a represalias, ir baño con la puerta abierta y dejar lo que quieras donde quieras sin miedo a que alguien lo tome y nunca lo vuelvas a ver, son solo algunas de las ventajas de tener privacidad, ¿conoces otras?



5.- Animal Party, Go-Go Dancer de After Hours: La frase 'hora de llegada' pierde sentido para ti completamente, puedes entrar y salir a la hora que quieras (y mi casa tampoco es hotel, mamá), las fiestas se vuelven algo cotidiano, tu casa se convierte en el recinto de la mayoría de ellas, te alocas, haces afters, dejas dormir ebrios en el sofá, guacarean en tu baño, debes limpiar todo, llegas tarde al trabajo o no vas por el cansancio de la noche anterior, vuelves a disfrutar de tu libertad, y, finalmente, aprendes a regular tus horarios. 



6.- Extrañar a la familia: Esto es algo que todo el mundo ha sufrido y disfrutado (en mi caso más disfrutado que sufrido), sobre todo si te apartas a vivir relativamente lejos de tu familia, te olvidas por un rato de discusiones, momentos desesperantes, peleas con los hermanos, tías incómodas... Y cuando los ves después de un rato hasta bonito sientes, ¿a poco no? Por otro lado, estar lejos de ellos te hace valorarlos un poco (o un mucho) más. 



7.- Pasar tiempo conmigo misma: Y es que estar solo te permite estar contigo, te empiezas a conocer mejor, te das gustos que sólo tú puedes darte, los valoras, meditas sobre tu vida, te apapachas, te enojas contigo y te sigues queriendo. A veces el estar aislado de todos es reconfortante, recomiendo pasar tiempo con uno mismo de vez en cuando, tiene muchos beneficios, al menos a mí me los ha proporcionado. 



Y esto es, hasta ahora, lo que he aprendido, sufrido y disfrutado de vivir sola... ¿Tú qué agregarías? 

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